Desde
hace ya bastante tiempo la maquinaria publicitaria de J. J. Abrams intenta
vendernos su gran hacer. Marketing no le falta pero si examinamos su obra observamos
que la calidad escasea. Se ha dicho de él que es el nuevo Spielberg. Comparar a
ambos es ridículo. Para empezar, el bueno de Steven tiene tres Oscars y uno a la
mejor película, nominaciones ni te cuento. J. J. en cambio gana mucho dinero…
También se dice de él que salió de la nada. Sus padres tan solo son productores,
¡qué tío, lo tuvo muy complicado!
J. J. disfrazado de Leonard Hofstadter |
Me
arriesgo a afirmar que su único producto propio fue Lost. La cosa acabó con más
detractores que aduladores. El famoso final le hizo perder a una legión de
fans. El resto ha sido copia tras copia. Super 8 dicen que son los nuevos
Goonies -Mr. Bean debe ser el nuevo Arnold Schwarzenegger, entonces-. Sí es
cierto que copió cuanto pudo de ellos: niños en una aventura, un gordito simpaticón,
un friki que rompe cosas, un monstruo amable, … pero tan sólo se limitó a
mezclar conceptos de los Goonies y del Gigante de Hierro, agitó la coctelera y
le inyectó decenas de millones en efectos especiales. Eso sí lo hace bien,
copiar y meterle FX para aburrir. Innovar no es su fuerte.
Como
productor ha triunfado con Person of Interest, que curiosamente está bajo un
control férreo de Jonathan Nolan, hermanísimo de Christopher y guionista de
éste. Cuando J. J. se pone al mando sale Alcatraz, serie cancelada sin previo
aviso tras su primera temporada. Simplemente se trata de una moda aunque
quieran compararlo con otros grandes. Ha tenido suerte y el dinero de papá para
triunfar pero dudo que pase a la historia del cine. Tiene su oportunidad con
Star Wars y además juega con ventaja: no se puede hacer nada peor que La
Amenaza Fantasma. Ahora veremos de qué pasta está hecho. Esperemos que no la
cague… otra vez.
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