Para quien no los conozca, los Rabbids son una
especie de cruce entre conejo y niño. Surgieron como malos en los videojuegos de
Rayman -personaje del que nadie se acuerda- y han acabado siendo una franquicia
en sí mismos. Son divertidos, mezquinos e inocentes a rabiar y te dan horas de
risas sin parar.
Rabbids en acción |
La serie de dibujos tiene siempre la misma
estructura: uno de ellos encuentra un objeto que le hace ser más molón que el
resto (pelucas, tubos, altavoces, …) y los demás se lo quieren quitar. Todo acaba de forma exagerada, con el objeto
roto y ellos escaldados. Lo bueno no es el cómo ni el por qué, si no el
durante. Te partes de risa con ellos.
Pese a ser muy mezquinos no tienen mal fondo.
Además, siempre acaban trabajando en equipo para hacerlo todo muchísimo más exagerado. Los
gags, sin tener nada espectacular, son divertidísimos. Los capítulos duran muy
poco, así que no llegan a saturar. Si quieres echarte unas risas debería darle
un vistazo. Son muy buenos.
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