The Blacklist es una serie bastante entretenida. No ofrece
la calidad de House of Cards, Penny Dreaful o True Detective pero lo que hace
-divertir- lo hace bien. Esta segunda temporada incluso a mejorado algunos
aspectos, como complicar un tanto la trama principal o reducir la casquería sobrante. Es
un producto mucho mejor dirigido hacía el gran público y con una mejor
perspectiva de lo que significa "para todos los públicos" que la temporada anterior.
Imagen de la web de NBC |
Raymond Reddington tiene un menor peso durante la temporada a
favor de Elizabeth y Tom, cosa que considero contraproducente, pero tampoco
podemos poner el grito en el cielo ya que resulta bastante llevadero. Por lo
demás, aparece un grupo de hombres poderosos llamado la Camarilla que funciona bastante
bien en el contexto de la serie. En líneas generales, todo marcha como un
reloj.
Esta temporada se centra bastante en la obsesión de Elizabeth
en conocer su pasado y el afán de Red en que no lo consiga. Por otro lado vuelve Tom,
complicando la vida de todos, además de aparecer la Camarilla, quienes ansían destruir
a Reddington y las pruebas que éste acumula contra ellos. No hay casi capítulos aislados de la trama principal, por lo que no deberías verlos sueltos -al menos desde la mitad de temporada-, ya que todos tendrán relación entre sí.
Fallos tiene, como todas las series, pero son perdonables: me
pareció exagerado e innecesario un capítulo resumen -motivado por el negocio y
la búsqueda de nueva clientela, supongo-, se repite mucho el guión de "entramos
a la casa franca y a uno de nosotros nos secuestra los malos", la vida
sentimental de Tom y Liz roza lo lamentable -ni tiene gancho ni hay química
entre los actores-, … pese a ello los capítulos siguen siendo amenos y divertidos.
Yo, si no quieres pensar demasiado y te va la acción, te la recomiendo. No
cansa y divierte bastante, así que te aconsejo que le eches un vistazo antes de
que se vayan acumulando las temporadas. Además, esta temporada tiene un final
nada previsible, cosa que siempre es de agradecer.
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