Siempre se dice que es mejor el libro el libro/cómic que la
película. Es un axioma que se da por cierto, aunque no se haya comprobado por
uno mismo. Hay grandes ejemplos de ello, siendo mucho mejor El Hobbit libro que
la trilogía de Peter Jackson o la Isla del Tesoro que El Planeta del tesoro de
Disney. En el mundo del cómic hay infinidad de casos: la Liga de los Hombres
Extraordinarios, Daredevil, Constantine y un largo etcétera de pifias
cinematográficas bastante lamentables.
Imagen oficial del Hobbit |
No siempre es así. Hay films que mejoran sustancialmente la
correspondiente lectura. Un caso llamativo son las dos trilogías Millenium, que
mejoran sustancialmente a los libros, bastante sobrevalorados, por cierto, o si
nos vamos a los tebeos encontraríamos a Kick Ass, que resulta más digerible
como película que como cómic, o Big Hero 6. Es más
difícil encontrar casos en los que el producto audiovisual sea mejor, pero
haberlos haylos.
Hay veces que se da un empate. Es difícil elegir con cuál de
los dos te quedarías. O bien se complementan, o bien aportan otras cosas. En
estos casos, en cuanto a libros se refiere, los casos más claros son la
trilogía del Señor de los Anillos o El juego de Ender. Grandes películas para
grandes libros. Con los cómics sucede un tanto de lo mismo, V de Vendetta no supera
a su padre, pero lo hace de consumo más fácil, sin perder nada de la calidad
del cómic. Batman (Nolan, por supuesto) no pierde encanto en su
traslado al cine.
Más ejemplos los tenemos en Avengers -la primera-, Watchmen, Sin City o Punisher: Zona de
Guerra.
En fin, no podemos tener un exceso de prejuicios sobre la
abrumadora calidad de la lectura sobre el visionado. Gustos hay para todos los
públicos y no siempre se puede elegir una sobre la otra. Seguro que tienes
cientos de ejemplos más, así que te ánimo a comentárnoslos.
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