La Casa de las Cadenas es la cuarta entrega de la saga de
Malaz. Esta novela confirma lo que se sospechaba, Steven Erikson aporta una de
cal y otra de arena. El primer y tercer libros de la saga fueron
espectaculares, en cambio, el segundo y cuarto son un fiasco. Este libro es un
tostón, con mucha página irrelevante y un final apresurado.
Portada de la edición de la Factoría de Ideas |
La primera parte trata sólo de Karsa, un guerrero que aspira
a conquistar el mundo ¡acompañado de dos colegas!. Como se intuye la cosa no va
bien y sufre un cambio brutal de personalidad y de rol en la historia. La
segunda trata sobre la guerra del imperio contra el Torbellino. Dos hermanas
deberán enfrentar sus ejércitos para ver quién tenía razón. Mientras, los
dioses caen y ascienden y toda la Baraja está sufriendo una profunda
transformación.
El libro va bien en su primera historia. Karsa es un
personaje que despierta curiosidad y que sabes que durará en las novelas. A
partir de ahí todo decae estrepitosamente. La historia se enreda con decenas de
personajes. Se repiten hasta la saciedad ciertos clichés (el ritual de ablación,
el rencor de Felisin hacia su hermana, etc). Lo único que tiene gancho es
cuando aparece la Cuerda. Éste sí que es un gran personaje.
Por lo demás, como en todos los libros de Erikson, hay
demasiada densidad y exceso de contenido. Podría ahorrarse gran cantidad de
pasajes y hacerlo más digerible. ¿Debes leerlo? Sólo si vas a continuar la
saga, si no, el trecero deja demasiado buen sabor de boca como para continuar.
Tú mismo…
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