Hay novelas a las que cuesta hincarles el diente y ElCementerio de Praga es una de ellas. Umberto Eco escribió esta novela de forma
que es de difícil acceso al lector. Es de esos libros que te dan dos opciones:
acabarlo por obligación o abandonarlo para siempre jamás. Una vez acabado, la
sensación es encontrada, por un lado sabes que has leído algo diferente, pero
por otro no piensas que te haya aportado nada.
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| Portada oficial de la edición de Lumen |
La novela nos cuenta las aventuras y desventuras de un
falsificador con doble personalidad que tiene mucho que ver con el nacimiento
de Los Protocolos de los Sabios de Sión, libro que impulsa el antisemitismo.
Este falsificador es empleado por diferentes servicios secretos del S. XIX, de
los cuales siempre acaba huyendo.
En general, la doble personalidad del protagonista hace
difícil seguir la historia. Nunca sabes cuál de sus dos personalidades actúa,
ni por qué. El resto de personajes resultan tan extravagantes como él y todo es
un batiburrillo de ideas vagas que no ayudan a situarnos en la acción. Todo es
complejo y está, para mi gusto, mal narrado. El texto es muy barroco y lleno de
anécdotas que no sabes bien si son informativas o puro relleno.
En resumen, tal vez sea un texto muy culto, pero es
demasiado abrumador para el lector corriente y moliente. Reconozco que no lo
terminé con gusto, aunque siempre esperas algún momento brillante de un
escritor con tanto calado y continúas sin más. No lo recomiendo y, además, la
edición que yo leí no es que sea barata (Ed. Lumen 25 € en tapa dura). En fin,
un fiasco.
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