Hace más de 20 años Akira Toriyama crearía un cómic que cambiaría
la visión española sobre el manga. Con Dragon Ball el cómic manga pasó de ser
un producto residual y de frikis a ser un bestseller. Lo que vino después fue
aún mejor. La serie de televisión -emitida por primera vez y de forma sorprendente
por TV3- fue la revolución. Implicaba una nueva forma de ver los dibujos y
nuevas perspectivas (más violencia y mucho más picante) para los
telespectadores.
Imagen de la ¿web oficial? |
Goku es un personaje basado en el Rey Mono, personaje
tradicional de la mitología japonesa. Es criado por su abuelo, un fantástico
luchador, en un bosque en mitad de la nada. Bulma, gran científica, aparece en
su vida y le cuenta que busca las bolas de dragón, objetos mágicos que de ser
reunidos permiten pedir un deseo. Así pues, Goku se embarcará con ella en una
aventura que durará la friolera de 3 años ininterrumpidos de emisión.
La serie es una pasada, los personajes son tremendamente
divertidos y en su primera serie todo estaba bien. A partir de aquí, el resto
es puro marketing y tramas gigantescas que alargaban hasta el infinito la
explotación del producto. Dragon Ball, en cambio, lo tenía todo: pasamos de
tramas infantiles a tener indicios de sexo y escenas picantes, mucha violencia
y personajes megafrikis que se salían de los estándares habituales.
Hay gran cantidad de secundarios memorables a lo largo de la
serie: Tao Pai Pai, Muten Rōshi, Baba y un largo etcétera de seres con los que echarte
unas risas. Si no la has visto tienes delito. La primera temporada es de lo
mejor que ha habido en la tele y deberías verla de inmediato. Es recomendable
al 100%. El resto de series (Z, GT, …) son otra historia. Dragon Ball significó
un antes y un después, así que al tajo…
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