sábado, 10 de octubre de 2015

El Señor del Tiempo: El Iniciado

Hoy afrontamos la crítica del primer libro de la saga El Señor del Tiempo, El Iniciado. Otra novela más de fantasía, y cuando digo "otra más" significa eso, otra que repite conceptos ya muy vistos. La primera novela no es nada novedosa y, además, acaba con un continuará que desmotiva al lector. En el cine las trilogías cansan, en la literatura molestan y mucho.

Portada de Cyberdark

Tarod es un niño con poderes mágicos fuera de lo normal. Nace sin conocer a su padre en una sociedad que ve muy mal a las madres solteras. Siendo un paria social acaba matando a su único amigo en un accidente mágico, lo que le llevará a huir hasta el templo del Orden, dónde comenzará su vida de Iniciado de la Orden de Aeoris. Pese a ello tiene pesadillas que le dicen que hay algo desconocido en él. Los Señores del Caos, expulsados hace siglos por el propio Aeoris, desean algo de él.

No es que sea muy novedosa en cuanto a su historia, pero hay que reconocerle cierto puntito en cuanto a personajes. Todos en el mundo de Tarod son egoístas irredentos y se guían por sus motivaciones personales, incluyendo al propio protagonista. No hay buenos ni malos ya que las bajas pasiones los dominan. Éste es el único aporte novedoso. En cuanto al resto, un niño que tiene malas cartas en la vida y con afán de superación, suena a algo muy mascado ya.

Entretiene y se lee rápido, cosa que la mayoría de novelas no pueden decir. Si buscas el grial no es éste. Si, en cambio, pretendes entretenimiento sin complicaciones échale una ojeada. No esperes un mundo como el de Harry Potter ni como Malaz, las cosas no están trabajadas en ese aspecto. Tiende más a unos Reinos Jóvenes cutres. Por lo demás, lo dicho, otra novela más que al menos resulta amena.

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