Obertura
va descubriendo por fin la historia que va a contarnos. Gaiman vuelve a
plantear a Morfeo los dilemas morales que más le gustan, poniendo a Sueño entre
la espada y la pared de nuevo y mostrando alguna de las facetas más humanas del
Eterno. Sueño es un tío muy complejo, y en las manos de Gaiman más aún.
Portada de ECC |
Morfeo
emprendió un viaje junto a un gato y una niña. Sabe que un error del pasado,
perdonar la vida de una estrella, está causando los problemas a los que se
enfrenta el Universo. Su decisión ha abocado a la Creación a su fin y debe
intentar evitarlo a toda costa.
Por
fin sabemos qué sucede y por qué. Gaiman aprovecha, además, para contarnos más
sobre Sueño y sus hermanos, presentando a sus progenitores. Es una apuesta arriesgadísima
-que, por cierto, a mi me ha dejado un tanto frío- de la que espero con ansía a
ver cómo sale de su propio órdago. En fin, el bueno de Neil se aburre y ha
optado por complicarse la vida.
El
dibujo de John H. Williams III vuelve al origen. Cada viñeta sigue siendo una
pequeña obra de arte y en este número opta por dar diferentes estilos a cada
una de ellas. La trama le posibilita el poder crear pequeñas obras diferentes
entre sí en cada casillero. Aquí observamos el potencial real de este autor,
que parece que ha influido más en la historia final que el propio guionista. Es
un magnífico dibujante y no me cansaré de decirlo.
La
4ª entrega cuesta 1'95 € por 32 páginas. El precio es muy ajustado a su escasa
paginación. La calidad del papel ha decaído aunque gráficamente sigue siendo impecable.
No hay propaganda por las viñetas -mala costumbre que ECC debería abandonar en
sus series regulares-. En general, por calidad-precio podemos darle un casi notable.
De momento no alcanza a Sandman -ni lo hará-, pero va mejorando la historia.
Por precio es una buena adquisición en líneas generales.
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