jueves, 15 de enero de 2015

Skyrim

¿Tienes 200 horas de tu vida para jugar a un videojuego? Básicamente eso es Skyrim. Eres un preso condenado a muerte, pero la aparición de un dragón arrasa la prisión y eso te salva. Pronto descubres que los dragones, desaparecidos cientos de años atrás, han vuelto y tú eres la clave para desentrañar el misterio.

Logotipo tomado de la web oficial

Skyrim es un sandbox de tamaño descomunal. Lo puedes acabar y seguir jugando horas y horas. El mapeado es inmenso, los objetos no se acaban, los personajes secundarios son cientos y un largo etcétera.

La historia principal es relativamente corta (unas 80 h) en comparación al juego. Hay decenas de misiones secundarias, aunque al cabo del tiempo se vuelven repetitivas. Incluso existen cosas que hacer que ni siquiera son oficiales (el salto del bardo o coleccionar los botes con insectos). Hay decenas de tramas agrupadas por gremios (ladrones, asesinos, magos, ...). Hay muchas habilidades que subir, decenas de libros que leer, horas de conversación con PNJs, ... Todo es superlativo en horas.

Su calidad gráfica es altísima y su jugabilidad muy buena. Necesita, eso sí, un buen equipo para correr de forma óptima. Bethesda ha creado un juego que será difícil de superar, pese a su flojo final de la historia principal. Es el ejemplo de qué es un sandbox bien hecho y no lo que habitualmente nos prometen las compañías y luego son una estafa.

La mejor inversión en un videojuego que se me ocurre en estos momentos. Por poner un pero... ¡Lo siento, no tiene peros! Un 10 como juego de rol.

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