Si
las dos primeras temporadas de Ray Donovan fueron un culebrón insoportable,
ésta tercera sorprende por su proximidad a lo que se esperaba a priori de la
serie. Los personajes son mucho más maduros y han perdido parte de la carga
emocional que les atormentaba, centrando mucho más la serie en el trabajo de
Ray -tema mucho más interesante-.
Ray
pasa a estar en nómina de un multimillonario con una familia disfuncional.
Aparecerá la posibilidad de entrar en el negocio de la NFL e intentará
aprovecharla, pese a entrar en conflicto con su patrón. Por otra parte, Micky
entra en el negocio de las drogas y la prostitución, lo que traerá grandes
dolores de cabeza al resto de la familia. La última novedad será la aparición
del padre Romero, que investiga la desaparición del cura que abusó de Bunch...
otro frente abierto para Ray.
En
esta temporada se da el sorprendente gesto de Liev Screiber de intentar actuar.
Por fin se le ve un registro diferente a tener cara de ladrillo perpetua.Del
resto lo mismo que hasta la fecha: son muy buenos actores, si exceptuamos a los
hijos de Ray. La tercera temporada demuestra brío y buenos guiones. Tiene
gancho y vale la pena apostar por ella.
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