martes, 22 de septiembre de 2015

Stormbringer

Stormbringer nunca fue un juego de rol de referencia, pero tenía su encanto. Se basaba en los d100, es decir, en sistema porcentual de tiradas. Añadió bonus/malus que dependían de las características del personaje y un sistema de magia que acabas obviando por lento. Lo mejor del juego era su temática: los Reinos Jóvenes de Elric de Melniboné. Sinceramente, daba mucho más entorno el juego que las novelas.

Portada conseguida de chiripa navegando en la web

De punto de partida poseía un sencillo manual de reglas con tres o cuatro partidas creadas. Poco bagaje. Además era sumamente difícil encontrar módulos, bastante escasos.Por contrapartida te ofrecía el multiverso de Moorckock y sus infinitas posibilidades. Se trataba de un juego muy destinado a masters creativos y con mucho tiempo libre.

El mundo en que se basa es brutal, con dioses y demonios campando a sus anchas por el mundo. Eso generaba muchos problemas a la hora de mentener con vida a los PJs. No se sabe por qué, pero los jugadores lo amaban y odiaban a partes iguales y a la vez. Fue un gran juego y perdió muchos enteros con su relevo Elric. Stormbringer fue otro de los grandes aciertos de Jocs Internacional que recordaremos con cariño.

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