lunes, 9 de marzo de 2015

La Isla Mínima

La gente me decía que la Isla Mínima le tenía un aire a True Detective. No es cierto, es un clon, salvando las distancias. Si copias pueden pasar dos cosas, que lo hagas mal (Hollywood tiene muchos ejemplos, como pueda ser Vanilla Sky) o que lo hagas bien. La Isla Mínima lo hace estupendamente.

Cartel tomado de la web de Warner

Pedro y Juan son dos policías nacionales que son enviados a las marismas del Guadalquivir a investigar la desaparición de dos niñas. Tras unos días de investigación éstas aparecen muertas tras haber sido torturadas. La sensación de ambos es que todo el mundo oculta algo tras los asesinatos y que se enfrentan a algo más que a un vulgar asesino.

El ambiente de toda la película está inspirado en la España de la posguerra. En una Andalucía pobre, controlada por terratenientes, donde todo el mundo tiene miedo y cosas que esconder (pequeños hurtos, caza ilegal, contrabando, …). Los policías vienen desde un Madrid que está asumiendo el cambio a la democracia y se tienen que enfrentar a una sociedad cerrada, que aún vive en el franquismo.

Los paralelismos con True Detective son innumerables. Partimos de la base de un ambiente rural, con muchos tabús y vida de pura supervivencia. Los asesinatos tienen un halo de misterio -tal vez no tan rituales como los de la serie, pero enfermizos de igual manera-. Los policías comparten los mismos roles de sus clones americanos, el juerguista, mujeriego y violento y el profesional, obsesivo y serio. La trama se finaliza con la sensación de que hay mucho más detrás, sin concluir al 100%, cosa que por cierto sucede también en Zodiac. Se resuelve prácticamente igual -no quiero hacer spoilers, pero es un final bastante similar-. El ambiente es opresivo, bucólico y gris… y un largo etcétera de coincidencias.

En cuanto al trabajo que hay detrás, simplemente quiero apostar por el equipo de rodaje, al que le espera, de seguir así, mucha carrera por delante. Gran trabajo de Alberto Rodríguez como director, excelente montaje, trabajo brillante de fotografía, ambientación perfecta, guión exquisito, … Alberto Rodríguez espero que acabe siendo otro Fresnadillo y haga las Américas. EEUU necesita desesperadamente savia nueva y Rodríguez es justo eso. Sólo espero que su siguiente film sea más original y me pueda sorprender, ya que el oficio está claro que lo tiene dominado a la perfección.

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