The Big Bang Theory supuso un antes y un después para el
frikismo. Pese a que ya había un auge del fenómeno geek, la serie ha puesto de
moda serlo. Uno ya no está integrado si no va al cine, lee cómics y ve ciencia
ficción. Hay que reconocer que su éxito se lo ganó a pulso: diálogos
inteligentes, gags con gran clase, apta para todos los públicos, cameos
divertidos, … La pena es que no ha sabido detener su rodaje. Mientras que las 5
primeras temporadas fueron geniales, el resto -última incluida- ha decaido
enormemente.
Imagen de la serie tomada de la web de la CBS |
Una vez visionada en su totalidad, en la octava temporada no
queda ni rastro de aquella serie que maravilló en el pasado. Apenas hace gracia
algún chiste cada dos o tres capítulos, los cameos son demasiado recurrentes y
los personajes han exacerbado hasta el límite sus manías pasando a ser caricaturas de sí mismos.
Por desgracia, es evidente que continuará al menos una
temporada más, perdiendo más crédito aún. En diez años
apenas la recordarás, eso si para entonces no siguen rodando capítulos y pasan a ser los nuevos
Simpson. El negocio sigue y mientras haya audiencia la serie seguirá
vulgarizando lo que era una gran comedia. Aún así, vale la pena ver la escena final. Te deajrá un regusto de "continuará..." que te hará esperar la próxima entrega.
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