Peter Jackson es un tahúr, así que si jugáis al póker en su
misma mesa mejor os levantáis y os vayáis antes que os desplume. Sólo así puedo
explicarme que de un libro de mil y pico páginas (El Señor de los Anillos) pueda sacar 560' de metraje y
de otro de 300 y pocas (El Hobbit) obtenga 474'. ¿Truco de prestidigitación? ¿Juego de
manos? No, es un farol en toda regla y por eso el resultado es el que es, mucho
ruido y pocas nueces.
Imagen obtenida de la web oficial |
Las dos primeras películas del Hobbit apenas se sostienen en total por
dos escenas: la persecución del Rey Trasgo y la conversación de Bilbo con
Smaug. Del resto mejor no hablar. Visualmente espectacular -el mucho ruido- y
montaje lamentable, con enormes lagunas y pérdidas de metraje en tonterías que
no interesan a nadie excepto al propio Jackson -las pocas nueces-.
El director se toma excesivas libertades y mete con calzador
a Orlando Bloom, actor mediocre que no aporta nada de nada al film. Pretende, además,
vender a través de efectos especiales y fuegos artificiales unas escenas de
acción terriblemente infantiles y excesivas, que sobrecargan demasiado la película.
Si restas las dos escenas mencionadas antes, son horas de decepción tras
decepción.
Imagen obtenida de la web oficial |
La tercera película ya es harina de otro costal. Tras los
terribles errores de guión y el remate de un montaje lamentable de las escenas,
sorprendentemente Jackson vuelve a ser el del Señor de los Anillos y cierra
realmente bien la historia. Sigue siendo visualmente espectacular, pero parece
tener un propósito claro y la acción ya no es tan absurdamente innecesaria.
Para mi gusto Mr. Bloom sigue siendo un lastre (no sé que le verá Jackson a
este actor), pero es un mal menor. En fin, al menos me quitó el mal sabor de
boca.
En líneas generales, la trilogía es espectacular visualmente
y lamentable como entretenimiento. Por desgracia pretendes volver a ver el
Señor de los Anillos -producto maduro y bien ejecutado- y acabas viendo una
película para niños. Durante el montaje Peter Jackson no se ha ganado el sueldo
y posiblemente, junto a King Kong, éste haya sido uno de sus peores trabajos. A
él supongo que le dará igual, ya que ha cobrado nuestras buenas tres entradas.
A mí no me lo da porque sólo he disfrutado una. Eso sí, de la duración no me
podré quejar: unas 8 h que se te hacen como 24…
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