martes, 3 de febrero de 2015

Universo DC: Lobo

Hoy os voy a hablar de la colección -probablemente descatalogada- Universo DC: Lobo. Lobo es el último de su raza, los czarnianos. No es el último porque se extinguieran de forma natural o los exterminara otra raza, sino porque fue el propio Lobo quién acabó con todos ellos. Es el mejor rastreador del universo, un homicida que trabaja como cazarrecompensas y cuya palabra es sagrada.

Imagen tomada de la web  DC Comics Database

Lobo es capaz de amenazar a los trabajadores de una emisora de radio con matarlos si cambian a otra canción que no sea "Yo maté a mis parientes y no fue un accidente" de Oedipus Wrecks, para luego implantarse una radio con ese canal sintonizado en el cerebro. Es inmortal porque cuando murió destruyó Cielo e Infierno y se le vetó la entrada a ambos. Se regenera, detecta los puntos débiles de sus oponentes en combate de forma automática, es capaz de respirar en el espacio, ... y sobre todas las cosas: es un psicópata que está como una cabra.

Es un estilo de cómic desinhibido, violento e irreverente. Se toma la violencia con humor, sin caer nunca en el realismo. Los argumentos no son nada serios, como por ejemplo, perseguir a quién atropelló a uno de sus delfines o pelear a machete contra Santa Claus porque unos elfos esclavizados lo contrataron. No esperes novela gráfica ceñuda, sino más bien cómic con argumentos sencillos, gamberros y sin mucha historia.

Es uno de los personajes más divertidos que puedas encontrar. No tiene más trasfondo que el que pueda tener John McClane o los Expendables. Violencia sin sentido, mucho humor negro y poco más. Si lo lees te divertirás, sobretodo si eres fan del cine de acción de los 80. Recuerda al Schwarzenegger de Predator, pero en modo alienígena cachondo.

La edición de Universo DC recopiló los tomos editados en España por orden de publicación. La encuadernación es bastante floja, en tapa rústica, y su impresión no pasa de decente. El precio iba en consonancia, unos diez euros por un tomo recopilatorio de tres a cinco números. Si los encuentras -repito que no sé si aún los publican- cómpralos, es todo un clásico.

No hay comentarios: